Configuración de un solo diente faltante para ECUs de posventa: DTA, Emerald, Omex, etc.
Dientes integrales de acero ligero forjado
Apto para embrague de diámetro estándar
Equilibrado dinámicamente
Respuesta del acelerador: Una de las principales razones para invertir en un volante de inercia ligero es la mayor respuesta del acelerador. Dado que el volante está acoplado directamente al cigüeñal, es el peso el que debe ser girado directamente por el motor. Cuanto menor sea el peso que el motor tenga que girar, más rápido girará. Esto se traduce en una mayor respuesta del acelerador, lo que significa que se requerirá menos presión sobre el pedal para obtener el mismo resultado.
Aceleración: La respuesta del acelerador no siempre afecta directamente a la aceleración, pero con un volante de inercia más ligero, la mayor respuesta se traduce en una mayor aceleración, aunque no tan significativa como con otras mejoras. Dado que el motor puede alcanzar mayores revoluciones con mayor rapidez y sin necesidad de tanta potencia, transmite una mayor cantidad de potencia a las ruedas. La transmisión y los componentes del tren motriz, como el volante de inercia, consumen una buena parte de la potencia del motor. Cuanto más se reduzca este consumo, mayor será la potencia que llegue a las ruedas.
Peso total: Puede parecer una obviedad, pero en muchos circuitos de carreras, la reducción de unos pocos kilos puede marcar la diferencia entre el primer y el segundo puesto. No suele ser lo primero que se revisa al aligerar un coche, pero los 1,5 a 2,5 kg que se pierden al cambiar el volante de inercia pueden ser significativos, no solo para la potencia del motor, sino también para el peso del vehículo. Dado que este peso proviene de la parte delantera, considerablemente más pesada, su eliminación resulta aún más atractiva.