En Autosport 2005, nos enorgulleció presentar nuestro intercooler mejorado para el BMW Mini Cooper S. Tras un exhaustivo programa de desarrollo que incluyó pruebas rigurosas en diversos entornos, estamos convencidos de que no encontrará un intercooler superior para esta aplicación.
Nuestro programa de desarrollo incluyó el uso de diversos diseños de núcleos y depósitos para intercoolers. Inicialmente, desarrollamos dos proyectos en paralelo: un intercooler aire-aire y un sistema de sobrealimentación aire-agua. El desarrollo del intercooler aire-aire logró reducciones de temperatura significativamente mayores, lo que nos convenció de centrarnos exclusivamente en esta opción. En cada etapa del desarrollo, se realizaron pruebas con un vehículo con diferentes configuraciones (con y sin software de rendimiento, poleas reductoras del supercargador, tomas de aire en el capó y sistemas de admisión de aire de alto rendimiento).
Este intercooler, que ofrece una reducción de hasta el 29% con respecto al equipo original, es imprescindible para aquellos que deseen aumentar la potencia del motor.